Fernando de Mini O Vello, marinero y barquero de Vilanova de Arousa, da testimonio en el pleito Tavera-Fonseca, cuando ya tenía avanzada edad.
Representa un oficio fundamental en la Galicia medieval, hoy olvidado: el barquero. Encargados de transportar mercancías entre la costa y el interior, aprovechando las rías y los cursos de los ríos navegables que desembocan en ellas. Eran un complemento muy importante de las comunicaciones terrestres.
Ejercía su labor fundamentalmente en la ría de Arousa y el río Ulla, una de las vías claves para el acceso a Compostela de productos del mar y mercancías de fuera del país. Protegida y controlada por las Torres del Oeste de Catoira y con parada en Padrón, la ruta subía por el valle del Sar hasta Compostela, pasando por el portazgo del castillo. En su testimonio relata que, cuando iba hacia Padrón llevando sal, fue abordado desde las Torres del Oeste, exigiéndole la entrega del pescado que supuestamente llevaba.