Arzobispo de Santiago entre 1360 y 1366, con poder militar, fue asesinado a las puertas de la catedral cuando llegaba de Rocha Forte y en presencia del rey Pedro I. Castellano y de familia noble, se alió con Enrique II de Trastámara en la guerra civil por el trono de Castilla.
Su violenta muerte tiene que ver con el conflicto político que estaba sufriendo el reino, pero también con los conflictos sociales que padecía Compostela desde hacía tiempo y que se debían a la lucha entre los ciudadanos y su señor, el arzobispo, por el control de la ciudad.
Otro elemento añadido a este episodio y que daría lugar a muchas leyendas es el hecho de que, entre los autores del asesinato, estuvieran vinculados familiares de Alonso Suárez de Deza, líder de las revueltas contra el anterior arzobispo y que también había sido asesinado.