El castro de Conxo está situado entre A Rocha y la ciudad de Santiago, en la parroquia Santa María de Conxo, pegado a la carretera N-550 (salida de Santiago en dirección Pontevedra), en la calle Volta do Castro.
Es un asentamiento de la cultura castreja, típica de la Edad del Hierro en el noroeste de la península, que da nombre al lugar a pesar de que su existencia no es muy conocida. Ahora mismo, de él solo se distingue un problable recinto de forma ovalada, en el que se recogieron molinos de mano y cerámicas, datables entre el s.VII a.C. y el I a.C., aunque no podemos determinar a qué momento concreto pertenecen.
Lo que realmente hizo famoso al castro fue la presencia de una peculiar piedra granítica con grabados prehistóricos o petroglifos.